Marielos Ramírez EDH
Generan una cultura de prevención, reducen los accidentes laborales y el absentismo por enfermedades, lo que mejora la competitividad de las empresas y sus trabajadores.
Desde que la clínica empresarial fue fundada en el 2008, Álvaro Flamenco, gerente del departamento de Recursos Humanos de BAC-Credomatic El Salvador, la ha visitado cada vez que su estado de salud se ha quebrantado.
Desde la comodidad de su oficina cuenta que al igual que él, cerca de 600 colaboradores de esa institución financiera dan fe de lo importante que fue fundar hace cuatro años este centro de atención.
Para Álvaro Flamenco, los cuadros clínicos que corresponden al 60% de los empleados de las agencias capitalinas, son los testigos mudos de la eficiencia y oportuna intervención del equipo médico que la integran, entre ellos médico general, ginecólogo, pediatra y enfermera.
“Hemos tenido colaboradores que se desmayan, o mujeres en estado de embarazo que se les baja o sube la presión, ahí los atienden mientras son trasladados a un centro asistencial si el caso lo amerita. No tienen que ir a gastar más de $20, por ejemplo, en una consulta, porque los médicos que tenemos acá los atienden de forma oportuna”, recalca Flamenco.
Uno de los mayores beneficios que ha tenido la institución es una considerable reducción de ausencias laborales, además de descentralizar las consultas en los principales centro de atención del Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS).
Otro caso es el de la Escuela Especializada en Ingeniería ITCA-FEPADE, que también ha contribuido a tener una población más sana y responsable de su propia salud. “Tenemos un promedio de 180 consultas mensuales, con atención médica directa y personalizada sin salir del lugar de trabajo”, menciona José Manuel Alvarado, director de Recursos Humanos del centro de enseñanza.
Es un ganar-ganar, comenta Álvaro Flamenco. “El empleado gana porque en nuestro caso, un día de trabajo que pierdan es un día que no obtienen comisión; ganan porque de invertir seis horas en el Seguro Social pasan a sólo dos, la atención es rápida y el médico está a su disposición”, dice.
Pero instalar un centro de atención de buen nivel significa cumplir con ciertos requisitos que establece el Consejo Salvadoreño de Salud Pública, como una infraestructura adecuada, área de recepción, mobiliario de archivo, consultorios espaciosos y todo el instrumental médico necesario para brindar un servicio de calidad.
Al hacer números, Flamenco asegura que la inversión inicial en instrumentos médicos rondó los $22 mil, en la remodelación del local $16 mil; en materiales para la clínica $5 mil; haciendo un total de $43 mil.
La empresa también asume el pago de salario del personal médico y administrativo, que ronda los $70 mil anuales. Aunque es una inversión grande, asegura que a mediano y largo plazo es una ganancia para la empresa y para el colaborador, quien percibe eficacia y rapidez en la atención médica.
“BAC-Credomatic siempre ha sido muy consciente en darle esa seguridad a los colaboradores, la clínica es como un servicio adicional para tratar de que la gente siempre se sienta protegida”, concluye.
Pacto de seguridad social
Aunque el ISSS no tienen registros de cuándo fue fundada la primera clínica empresarial, la doctora Rina Araujo, del área de Clínicas Empresariales, dice que la historia pudo empezar cuando en 1994 se echó a andar un plan piloto para dar atención médica primaria.
“Parece ser que durante el período de la doctora María Julia Castillo, (1990-1994) iniciaron las clínicas, pero en 1994 se comenzó a ver que era un “boom” en las empresas. Es aquí que se generan una gran cantidad de convenios”, recuerda.
Según registros de la institución, en 1994 se inauguraron 80 clínicas. Entre las primeras empresas e instituciones que se esmeraron por brindar la mejor atención médica a sus empleados están Almacenes Simán, PNC, Biggest, y Freund.
Según datos del ISSS, debido a la importancia que los patronos le dan a la seguridad social de sus colaboradores, cada año se inauguran más de 15 clínicas, entre el sector privado y público.
En la actualidad, se benefician a cerca de 231 mil cotizantes activos.
Requisitos para iniciar
El primer paso es solicitar una apertura en la sección de Clínicas Empresariales del Seguro, después ésta supervisa la infraestructura destinada a la clínica y si es la adecuada se lo comunica al Consejo Superior de Salud Pública (CSSP), que a la vez realiza una evaluación y solicita ciertos requisitos, como equipo médico, de oficina, entre otros.
Al cumplir con lo establecido en el reglamento, el CSSP emite un acta autorizándola y el ISSS inicia los trámites para avalar el permiso.
La doctora Rina Araujo asegura que el proceso garantiza que la clínica instalada brinde un servicio de calidad y de primer nivel.
“No podemos permitir que solo para que el trabajador no salga de la empresa se tenga una clínica que no cumpla con las condiciones y requisitos establecidas en la normativa. Nosotros solo en dos años creo que hemos cerrado unas cinco clínicas porque tenían malas condiciones”, añade la doctora.
La funcionaria afirma que instalar una clínica de este tipo es parte de la responsabilidad social de cada empresa y no es obligatorio.
El empleador que posee proyectos de solidaridad y seguridad social puede solicitarla de forma voluntaria en coordinación con el Seguro Social; los representantes legales de ambas instituciones firman un convenio con responsabilidades y obligaciones para cada uno.
“El empresario pone la infraestructura, contrata y le paga el personal médico y nosotros ponemos el resto de servicios que presta el Seguro Social, como insumos médicos, papelería, material quirúrgico, ya que las clínicas quedan adscritas a una unidad médica que es la que le brinda ayuda de segundo nivel de complejidad”, añade.
El inicio de una clínica empresarial siempre suele ser difícil para el patrono debido a la inversión inicial para instalarla.
No obstante, a mediano y largo plazo los beneficios para el empresario son mayores que el desembolso económico mismo, tanto en cantidad y calidad laboral.
Beneficio para todos
•Las clínicas empresariales descentralizan las consultas en los centros asistenciales de segundo nivel del ISSS.
•El empleado no invierte mucho tiempo para pasar consulta y recibe asesoría médica inmediata. Tienen su medicamento el mismo día de la consulta sin salir de su lugar de trabajo.
•El empleador percibe una disminución en las ausencias laborales, volviendo más productiva a la empresa.
•Integra servicios de medicina preventiva, curativa y de rehabilitación.
•Las charlas educativas, exámenes y actividades de prevención generan una cultura que reducen los accidentes de trabajo y el absentismo laboral por enfermedades.
•Hay una atención personalizada y de mayor acercamiento entre médico y paciente.
•Permiten una evaluación más profunda del estado del paciente, un control médico más riguroso y un tratamiento oportuno, debido a la cercanía con el centro de atención, lo que también agiliza los procesos de referencia y hasta monitoreo de la evolución del paciente.
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